domingo, 30 de mayo de 2010

Wattstax




Wattstax

Dir. Mel Stuart / USA (1973)


Wattstax fue un concierto llamado por muchos el “Woodstock afroamericano”, sobrenombre que no le viene del todo pues era una diferente propuesta, con diferentes resultados y otros géneros musicales en el escenario. Algunos de los artistas que participaron en el evento fueron The Staple Singers, The Emotions, The Bar-Kays, David Porter, Carla Thomas, Isaac Hayes y Rufus Thomas, quien actúa como un líder al que todos obedecen. El documental no sólo narra lo que sucedió en el concierto, sino también hace todo un discurso acerca del Black Power, con escenas donde son entrevistadas gente de la comunidad negra de Los Ángeles; intercalando entre éstas momentos muy divertidos de parte del cómico Richard Pryor.


Pryor es un comendiante irreverente que se burla de su propia gente, llamándolos y llamándose a sí mismo Nigger, cosa que cualquier otro comediante blanco no puede hacer ya que es “políticamente incorrecto”. Durante todo el concierto observamos una hermandad que rebasa la idea de las razas pues se alcanza a ver, aunque poca, gente blanca o latina en algunos momentos. Ésta hermandad hace que toda la multitud que abarrota el Coliseum de los Ángeles éste ahí por una razón y se sumen a la campaña de No Violencia, pues una de las razones principales para que éste evento se realizara fue como protesta de las peleas de 1965 en Watts. En este evento se puede ver que si hay deseos de que prevalezca la paz, se puede hacer; asimismo, fue una especie de cachetada con guante blanco de parte de la comunidad negra hacia sus retractores, quienes pensaban que sólo ellos eran los responsables de las riñas callejeras y en sí toda la violencia y delincuencia que se generaba en los barrios peligrosos de la metrópoli en aquellos años.






Es curioso como el director de la cinta pasa a un segundo plano, pues el tema que toca es tan fuerte que lo sobrepasa. No por esto se le sale de las manos, sin embargo, la voz cantante del filme es la comunidad negra y el realizador es blanco. En Wattstax existe una unión racial muy especial pues pareciera que por este proyecto, Stuart se adentró a los lugares frecuentados por negros, aprendió su lenguaje, fue un invitado para que retratara su realidad, y ellos lo dejaron pasar, sin ningún problema, amablemente. Stuart hace uso de entrevistas con gente, crónicas de episodios de su vida, de lugares, su visión del mundo, del amor, de las mujeres, de los hombres. Es interesante como le dan una importancia particular a la relación que tienen con la iglesia y la religión. Es una comunidad fuertemente atada a estos temas.


No creo que al documental le sobren escenas, música o necesite tijera para hacerlo más contenido y preciso, más bien pienso que podría estar reestructurado para que el concierto fuera el eje principal de la cinta, pues por momentos se desbalancea un poco y se queda fijo en las entrevistas con la gente, olvidándose del recital, al que volvemos más adelante. El concierto por sí sólo ya es un gran documento histórico musical, si a eso se le agrega un estudio detallado de una comunidad y además toques de humor irreverentes, pero acertados, Wattstax es un gran documental que queda, en la historia del cine, como testimonio de la cultura negra de finales del siglo XX.





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