lunes, 29 de noviembre de 2010

William Wegman y los mínimos recursos.

Duelo de trinche y tenedor en el antiguo oeste. Con los minimos recursos. Inspirado en los cortos de William Wegman

El duelo. from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

Nam Jun Paik y la TV

Laika á la Nam Jun Paik from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

Mathew Barney y el objeto vuelto espacio escultural.

Espacio a la Mathew Barney, pero en miniatura. Con ayuda de un espejo, pareciera un lugar real, una escultura espacial.

Objeto vuelto espacio escultural from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Videoartistas y el cuerpo.

Inspirado en Wonder Woman de Dara Birnaum.

Ejercicio de montaje con found footage de la TV mexicana. Vedette siempre interrumpida por el conductor. Su cuerpo es su lenguaje y también el símbolo de cómo la mujer era vista en la televisión de aquellos años.


O Gina. from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

domingo, 31 de octubre de 2010

Fluxus y el cuerpo.

Es sólo un instante.

Así como Yoko Ono filmó ese pequeño fragmento de tiempo en el que pestañea, yo hice uso de la música para grabar el momento en que mi piel se enchina y vuelve a la normalidad. Primero esta la versión larga, enseguida la versión corta.


Piel Fluxus from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

Andy Warhol y el pop.

Pop es lo que tenemos detrás de las puertas de nuestras alacenas, closets, refrigeradores, etc. Warhol sacó los productos, no solo del supermercado, sino de nuestros estantes para llevarlos al museo. Las marcas, los anuncios, la publicidad es algo que ha estado por décadas en el mundo. A mucha gente le asquea, sin embargo todos somos esclavos del consumismo de alguna u otra forma. Hemos mamado de ello desde pequeños. Paradojicamente, las películas, que intentan ser un reflejo de la realidad, pocas veces muestran marcas de productos, puesto que no está permitido.


Detrás de la alacena from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

John Smith y la obsesión.

Vacío from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Ken Jacobs y el flicker.

Ejercicio inspirado en Ken Jacobs.
Material intervenido de un comercial antiguo para TV.


Flicker from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.


A la Ken Jacobs 2 from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

Stan Brakhage y el material intervenido





Fotografías. 35 mm intervenidas.


John Mekas y la observación

Voy a caer en el lugar común de mencionar que esta película no necesita presentación. Más que nada, es un poema visual. A pesar de que el sonido es esencial para envolvernos en una atmósfera, pareciera que la película funciona casi igual sin sonido. Se puede hacer uso de la imaginación e imaginar la música de Bach en el fondo, pero el hecho de sólo ponerle toda la atención a las imágenes hacen que éstas resalten aún más. Las actuaciones me parecieron más intensas y sensibles aún. Las imágenes, ahora en silencio, las recordaba muy bien, sin embargo, sin sonido, no logré recordar los diálogos. No sabía de que estaban hablando los personajes, sin embargo, esto demuestra que el director nos transmite lo más importante a través de imágenes. Algo que me llamo la atención fue cómo en algunos cuadros la temperatura de color cambia de un segundo a otro, efecto que no me percate otras veces que la he visto.





Este ejercicio sirve para valorar la fotografía de la película puesto que cada cuadro de ésta puede ser una bella imagen que por si sola funciona; aunque sirve también para valorar el sonido, pues es extraño no escuchar ese goteo cavernoso, el estruendo del piso al caer, el crujir de la madera, el reloj cucú, el viento entre los árboles, la voz del niño, el fuego en la cabaña, o la lluvia. Todas contenidas en una gran secuencia, pero puedo decir que las escuche viéndolas.






Observar la película sin sonido, hace que el montaje también se convierta en algo muy importante, pues la hechura resalta y se notan aun más los planos que se encuentran antes y después de cada cuadro. Por ejemplo en la secuencia final, la decisión del director sobre como insertar ciertas tomas es una gran lección de montaje.








Si un símbolo debe ser descubierto en una pintura mía, no fue mi intención. Es un resultado que no busco. Es algo que se puede encontrar después, y que puede ser interpretado de acuerdo al gusto.

Marc Chagall


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La Revolución


Empecé por observar la imagen en general. Hay mucha gente sobre un piso cubierto de nieve. Es de noche. Pareciera que todos quieren llegar a una loma donde dos personajes. Hay mucho rojo en la parte superior, ya sea de sangre o de banderas comunistas. Hago una abstracción y encuentro ejes competitivos que van de un lado a otro. Siento que no hay mucho que observar más en un plano general. Decido irme al detalle.

Decido comenzar desde abajo. Observo a un viejo con un rifle, con cierto aire militar. En sus pies hay una tumba. Y una gallina morada. Descubro más tumbas en la nieve, y en el suelo otro militar con la cabeza ensangrentada. Es toda una revuelta la que se gesta en las faldas de la montaña nevada. Hay muchos militares y uno que otro civil, a mi parecer. Sobresale uno de uniforme verde. Muy alto. La técnica del dibujo no es muy exacta, en realidad es bastante tosca. Hay una mujer desnuda con los pechos descubiertos, justo atrás de una madre con su pequeño hijo. Un militar sostiene una bandera roja que parece una gran arca donde van otras personas. Más banderas rojas. Hay muchas mujeres y la tonalidad de la luz es totalmente rojiza.

Al final, en la cumbre, hay un hombre de vestimenta azul sosteniendo una luz amarilla, como una antorcha. Atrás se ve un puente, en tamaño muy pequeño. Abajo de este hombre, hay otro montado en un caballo. El caballo es de madera, pues sus patas son una especie de escaleras. Bajo él hay un quinqué que alumbra a los dos personajes principales de la obra. Están en una mesa de madera. Uno, un anciano, está sentado en una silla. cargando un tubo color guinda. Este hombre me recuerda a Jesucristo. Si no supiera que la obra fue pintada hace mucho, podría decirse que habla por un teléfono celular. En la mesa hay un libro y una vasija. Aquí reflexiono acerca de la poca importancia que ya se le da al uso de la perspectiva, cuando el discurso es lo que importa más en la pintura. El otro hombre está parado sobre una mano encima de la mesa. De sus pies sale una bandera que me recuerda a la bandera rusa actual, pero con los colores en otro orden. A los pies hay una Tora desdoblándose.

En la esquina inferior derecha aparece una imagen que podría funcionar por sí sola. Hay mujer sentada con un velo azul, arriba un anciano judío. También hay otro militar con una bandera roja. Todos ellos velando el sueño de una mujer vestida de novia, que está acostada. Junto a la mujer hay un hombre, un obrero. Están bajo un pequeño techo rojo y enseguida, arriba de ellos, una mancha roja que se transforma en espiral amarillo y que me recordó mucho una forma que dibujé en una entrada pasada, en la del sueño recurrente. En el espiral se encuentra un violinista, arriba del techo rojo que alberga a los amantes. Me recordó al violinista en el tejado. Junto a este hay otro músico, vestido de contrabajo. Al lado un pintor.

El lado artístico de la derecha, contrasta con el lado militar y bélico de la izquierda. Hay un burro sentado en una silla, lo cual cae en el absurdo total. En el fondo casas. Más gente y una bandera judía que refuerza el legado hebreo del autor. Me sobra tiempo. Observo la imagen. Empiezo a abstraer los colores Morados, rojos y azules sobre todo. Algo de amarillo y verde. Todo sobre blanco y negro. Animales, gente. Comienzo a pensar en otras cosas. Cosas que me aquejan, que me preocupan. Pongo en balance la importancia de la imagen. ¿Que tanto valor tiene lo experimental en un mundo lleno de cosas tan reales y mundanas, tanto que duelen?

Marc Chagall fue un pintor francés de origen bielorruso. Fue uno de los más importantes artistas del surrealismo y en su trabajo se encuentran resonancias de fantasías y sueños. Se inspiró en las costumbres de la vida en Bielorrusia e interpretó muchos temas bíblicos, reflejando así su herencia judía. En los años treinta es cuando Chagall pinta su cuadro Revolución, toda una explosión de la iconografía chagalliana, de su mundo interior. Los motivos siguen siendo los mismos, sin embargo, aparecen cambiados. En él se entremezclan elementos ya típicos como enamorados sobre el tejado con hombres armados enarbolando una bandera roja y una imagen del todo llamativa: Lenin boca abajo apoyándose en un solo brazo sobre una mesa donde está sentado un anciano judío con la Thora. Este cuadro también sufrirá una transformación. Se convertirá en tres: Revolución, Resistencia y Liberación.


lunes, 13 de septiembre de 2010

Marie Menken y el Close Up


La cámara que utilicé para este ejercicio es bastante antigua. No habia mucha posiblidad de acercarse tanto. Al momento de expandir la imagen surge el pixel lo que resulta en una evidencia que no había pensado y me gustó el resultado. La imagen fragmentada en cuadros. El sonido evoca a las peliculas experimentales antiguas.


Close Up from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.


viernes, 3 de septiembre de 2010

Jean Cocteau y la adaptación de un mito


En "Orfeo" Jean Cocteau adapta el mito griego a la sociedad parisina de los años cincuenta. No por eso deja de ofrecer esa visión tan particular que lo caracteriza. Al tratar de adaptar un mito griego a nuestros días y en la ciudad de México, es dificil no caer en clichés o folclorismos. Es por eso que propongo el trasladar el mito de Calipso a la sociedad actual, en un solo cuarto, de un edificio de clase media baja, sin salir nunca a la calle. De esta manera el tema de esta pelicula puede ser el hancinamiento que sufren solamente dos personas, un hombre y una mujer, y la fuerte relación entre éstos.


El mito de Calipso.

Calipso pertenecía a las ninfas y era hija de Atlante y Pléyone. Su lugar de habitación era la isla Ogigia, que se cree se ubicaba en el Mediterráneo occidental y que por lo general se identifica con la actual península de Ceuta, frente a Gibraltar. Calipso, llamada por Homero "la que oculta", recibió hospitaliariamente a Odiseo (Ulises) cuando su nave naufragó. En la Odisea, se cuenta como Calipso, enamorada profundamente de Odiseo lo reteiene contra su voluntad en la isla durante mucho tiempo mientras él cree que a penas son unos días. A cambio de que Odiseo se quedara para siempre con ella, Calipso le ofrecía a cambio la inmortalidad. Sin embargo, Odiseo sentía la necesidad de regresar a su hogar Ítaca y al final se mantuvo inflexible. Atenea quien protegía a Odiseo, rogó a Zeus para que enviara a Hermes donde Calpiso y le ordenara que dejara ir a Odiseo, a lo cual Zeus cedió. Aunque a ella le dolió dejar partir a su amado, cumplió la orden del dios de dioses. Le proporcionó al héroe madera para construir una embarcación, provisiones para el viaje, e indicaciones de cuales astros debía seguir para encontrar el camino a casa.

Adaptación. A pesar de que la historia se encuentra situada en la capital, sólo veriamos la interacciones de estos dos personajes en una habitación. La cruel ciudad, aunque no se ve, actúa como la culpable de muchas de las dolencias de ésta pareja. Odiseo es un muchacho de provincia, especificamente de alguna costa del pais, que no tiene nada en la vida. Calipso es una mujer mucho mayor que él, que le ofrece un cuarto donde quedarse. Es así como surge esta malsana relación entre los dos personajes. Calipso se obsesiona cada vez más con el joven al grado de tenerlo secuestrado en el cuarto. Odiseo desea huir y volver a ver el mar de nuevo. Las circunstancias van orillando a la pareja a mantener una relación de co-dependencia, desde económica, hasta intelectual y sexual, todo incrementado por el hacinamiento del que son víctimas. Más adelante, Calipso recapacita y se da cuenta que ella está envejeciendo y deja ir a Odiseo, incluso ayudandolo a regresar a su pueblo. Odiseo al fin regresa y vuelve a ver el mar. La historia sería más enfocada a la relación de estas dos personas que sólo se tienen el uno al otro, es una historia de personajes, más que de anecdotas. El cuarto donde todo sucede debe ser muy pequeño y solo con algunas vistas a la calle, donde más que ver árboles o el cielo, vemos otros edificios, medianeras de ladrillos, etc, en tonos fríos, con una cámara tipo documental. Sin embargo, la última secuencia podría ser cálida, con Odiseo en el mar como un símbolo de haber alcanzado finalmente la libertad.






martes, 31 de agosto de 2010

Maya Deren y la descomposición cubista espacio/tiempo


Para este ejercicio hice uso de fotografías mías en espacios un poco angustiosos, por éstos pasan mis extremidades, aparentando un recorrido por los mismos lugares.




Luis Buñuel y el cadáver exquisito

Cadaver Exquisito from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

Sergei Parajanov y el sueño dinámico





En "El Color de la Granada" Parajanov nos va mostrando cuadros cargados de símbolos, que a pesar de ser planos fijos poseen dinamismo y movimiento. El sueño que aqui describo es uno que llegue a tener hace varios años, recurrentemente y que incluso me ha servido como inspiración para algunas fotografias e incluso para un guión de cortometraje. En este sueño aparece una especie de venado, pero de tonalidad azul y con la barriga color crema. Es un animal salvaje, pero cuando está muy cerca de uno, a punto de atacarlo, se transforma en un espiral de tonalidades amarillas y se vuelve manso. Aqui muestro algunos bocetos y una foto inspirada en el sueño.





martes, 1 de junio de 2010

Del espacio.

Autorretrato Documental
Del espacio.

Como persona, pienso que me han definido dos grandes disciplinas, por un lado la arquitectura, y por otro el cine. En un documental pienso que se pueden conjuntar ambas develando así algunas cosas de mi mismo. Me enfoqué en algunos lugares que me interesan, al mismo tiempo apoyándome en bibliografía que me ha dejado algún mensaje importante. Le doy fundamentalmente importancia al espacio, su uso, y reflexiono haciendo una metáfora de mi personalidad. Voy de lo general a lo particular, del espacio público al privado, como cuando una persona conoce a otra, la fachada es lo primero que se ve. Hasta el final las recámaras.

Más adelante hago una comparación de mi casa con la casa Luis Barragán; primero pongo algunas escenas de esa casa y luego de la mia, intercaladas, como haciendose una sóla. Al mismo tiempo un fragmento de una poesía llamada Yo soy mi casa de Guadalupe Amor.

Aqui el link:http://www.vimeo.com/12196543


Del espacio from Mauricio Calderón Rico on Vimeo.

domingo, 30 de mayo de 2010

Wattstax




Wattstax

Dir. Mel Stuart / USA (1973)


Wattstax fue un concierto llamado por muchos el “Woodstock afroamericano”, sobrenombre que no le viene del todo pues era una diferente propuesta, con diferentes resultados y otros géneros musicales en el escenario. Algunos de los artistas que participaron en el evento fueron The Staple Singers, The Emotions, The Bar-Kays, David Porter, Carla Thomas, Isaac Hayes y Rufus Thomas, quien actúa como un líder al que todos obedecen. El documental no sólo narra lo que sucedió en el concierto, sino también hace todo un discurso acerca del Black Power, con escenas donde son entrevistadas gente de la comunidad negra de Los Ángeles; intercalando entre éstas momentos muy divertidos de parte del cómico Richard Pryor.


Pryor es un comendiante irreverente que se burla de su propia gente, llamándolos y llamándose a sí mismo Nigger, cosa que cualquier otro comediante blanco no puede hacer ya que es “políticamente incorrecto”. Durante todo el concierto observamos una hermandad que rebasa la idea de las razas pues se alcanza a ver, aunque poca, gente blanca o latina en algunos momentos. Ésta hermandad hace que toda la multitud que abarrota el Coliseum de los Ángeles éste ahí por una razón y se sumen a la campaña de No Violencia, pues una de las razones principales para que éste evento se realizara fue como protesta de las peleas de 1965 en Watts. En este evento se puede ver que si hay deseos de que prevalezca la paz, se puede hacer; asimismo, fue una especie de cachetada con guante blanco de parte de la comunidad negra hacia sus retractores, quienes pensaban que sólo ellos eran los responsables de las riñas callejeras y en sí toda la violencia y delincuencia que se generaba en los barrios peligrosos de la metrópoli en aquellos años.






Es curioso como el director de la cinta pasa a un segundo plano, pues el tema que toca es tan fuerte que lo sobrepasa. No por esto se le sale de las manos, sin embargo, la voz cantante del filme es la comunidad negra y el realizador es blanco. En Wattstax existe una unión racial muy especial pues pareciera que por este proyecto, Stuart se adentró a los lugares frecuentados por negros, aprendió su lenguaje, fue un invitado para que retratara su realidad, y ellos lo dejaron pasar, sin ningún problema, amablemente. Stuart hace uso de entrevistas con gente, crónicas de episodios de su vida, de lugares, su visión del mundo, del amor, de las mujeres, de los hombres. Es interesante como le dan una importancia particular a la relación que tienen con la iglesia y la religión. Es una comunidad fuertemente atada a estos temas.


No creo que al documental le sobren escenas, música o necesite tijera para hacerlo más contenido y preciso, más bien pienso que podría estar reestructurado para que el concierto fuera el eje principal de la cinta, pues por momentos se desbalancea un poco y se queda fijo en las entrevistas con la gente, olvidándose del recital, al que volvemos más adelante. El concierto por sí sólo ya es un gran documento histórico musical, si a eso se le agrega un estudio detallado de una comunidad y además toques de humor irreverentes, pero acertados, Wattstax es un gran documental que queda, en la historia del cine, como testimonio de la cultura negra de finales del siglo XX.





sábado, 29 de mayo de 2010

The Devil and Daniel Johnston




The Devil and Daniel Johnston

Dir. Jeff Feuerzeig / USA (2005)



"I believe in God, and I certainly believe in the devil.

There’s certainly a devil, and he knows my name.”

Daniel Johnston.


La delgada línea que existe entre la genialidad y la locura es uno de los temas que toca el documental The Devil and Daniel Johnston del director Jeff Feuerzeig, que presenta la vida de éste compositor-músico-pintor, pero que desgraciadamente la combinación de su estado emocional y su introducción en el mundo de las drogas, lo llevan a caer drásticamente, cuando estaba destinado a convertirse en una gran figura, aunque no puede negarse el hecho de que es un gran artista.



En el documental podemos ver el origen de sus creaciones, desde que se gestan; por ejemplo su relación con sus padres, Laura, sus amigos, David en particular, etc. No podemos decir que haya sido un cambio drástico, sino al contrario, creo que las etapas de su locura se fueron desenvolviendo tan sutilmente que nadie se daba cuenta muy bien de lo que estaba pasando. Al ver las cintas caseras que hacía de adolescente, uno podría pensar que el joven Daniel era un muchacho con una creatividad desbordada que, bien canalizada, podrían llevarlo a convertirse en todo un artista. Desgraciadamente parece que la familia no estaba lista para tener semejante talento en casa, y ellos deseaban que se dedicara a cosas más mundanas, y sobretodo que asistiera más a la iglesia, pues tienen un fuerte arraigo hacia esta. La relación que tiene Daniel con sus padres es uno de los tópicos que más abarca el documental, y a pesar de que al principio somos testigos de la mala relación que tenía con su madre, al final vemos que siempre hubo un gran amor y sus padres jamás lo han dejado sólo. Sobretodo su padre, quien siempre ha vivido para él. Una de las verdades que tal vez deja fuera el documental, es lo que opinan los hermanos de esto. ¿Qué tan agotador será ser el hijo que no recibe atención, si el que siempre tiene los problemas es el que está bajo el reflector? Creo que hubiera sido un acierto el preguntar a los hermanos acerca de esto.








A pesar de involucrar mucho las impresiones familiares, el documental nunca se vuelve cursi, sino emotivo. Esto debido a que no hay clichés, sino solo acontecimientos verdaderos, por eso valía la pena hacer un documental sobre su persona. Él no es un rockstar, no es un Kurt Cobain, el desadaptado del mainstream, pero que vive inmerso en éste. Cobain luego se convierte en su fan. Daniel, difícilmente sabía quien era Nirvana. Una cosa que me hizo reflexionar es que es uno de esos documentales donde la persona a quien se presenta ya tiene su vida filmada en su totalidad. En este hecho posmoderno, encontramos ya todo un material que debe ser recopilado, y que gracias a la creatividad de Daniel, se llevará un buen tiempo de edición, puesto que como buen artista, tenía mucho material. Es curioso como me ha recordado Tarnation de Jonathan Caouette, sin embargo éste no tenía tanto material, y el que tenía es exclusivamente suyo (aparte de los clips de la vida de su madre). El material de Daniel no es exclusivamente sobre él, Daniel no se encierra en su cuerpo, como Jonathan, sino que explota creativamente con lo que tenga cerca, una guitarra, unos crayones, lo que sea. En Tarnation vemos un ejercicio personal, la única voz cantante es la del realizador (en este caso el propio Caouette); en The Devil and Daniel Johnston, el director decide acertadamente, darle más tiempo a las voces de la gente que está cerca de Daniel. Hay entrevistas, las magníficas cintas grabadas, filmaciones, algunos re-enactments, animaciones, etc. que lo hacen muy rico visualmente. También incluye material prestado, como esa graciosa escena donde es comparado a su manager con Woody Allen en Broadway Danny Rose.








Es interesante el contraste que existe entre los dibujos de Daniel y la “inocencia” de sus letras, las cuales podrían tratarse de lo que fuera, desde el amor, hasta refrescos (Mountain Dew). Sus dibujos son perturbadores, sobretodo ese diablo de pestañas enormes al que usa como leif motiv El director realiza un fino montaje de una muy buena manufactura, pero en ningún momento se siente un documental de autor, maneja un bajo perfil. Al final, nos deja un relativo buen sabor de boca, al enterarnos que Daniel está estable, sigue componiendo y pintando, sin embargo se siente cómo esa frágil felicidad puede durar poco.







viernes, 28 de mayo de 2010

The Thin Blue Line


The Thin Blue Line

Dir. Errol Morris / USA (1988)

The Thin Blue Line is "the first non-fiction Film Noir".

Errol Morris

The Thin Blue Line es un documental que relata el caso de un hombre, Randall Adams, de 28 años, acusado de asesinar a un policía a tiros, en la ciudad de Dallas, Texas. Adams iba manejando y cuando el oficial bajó de la patrulla para hablar con él, supuestamente le disparó a quemarropa, dándose a la fuga. El hombre fue aprehendido gracias al testimonio de David Harris, de 16, quien presuntamente iba de copiloto. Todo esto resultó ser una farsa montada por Harris, y gracias a este documental, Adams comprobó su inocencia. No obstante, durante toda la cinta podemos hacernos preguntas acerca de quién dice la verdad, quién no miente y por qué hay tantos involucrados en el caso.

Errol Morris sigue convenciones que raramente hemos visto en la larga lista de documentales que hemos estudiado durante el curso. Para empezar tiene una factura que pareciera hecha para la televisión estadounidense. Simplemente, este tipo de documentales son los que están más en las salas de cine, que cualquiera que hayamos analizado a lo largo de estos meses. Hemos visto muchas situaciones armadas en todas las cintas, sin embargo aquí se da en mayor porcentaje los re-enactments que son muy socorridos en reportajes televisivos, ya sean de cadenas noticiosas o hasta de E! Entertainment Television. Éstos re-enactments, que algunas veces me parecen calculadamente reiterativos a lo largo del filme, nos dejan ver los toques irónicos que el director le da al caso, y la manera en que precisamente el proceso es banalizado, como si fuera un reportaje de los que he mencionado. La malteada, el logotipo de Burger King en el cofre del auto etc.







Morris hace uso también de muchas entrevistas con una amplia gama de personajes, desde jueces, autoridades, parientes, los mismos involucrados, hasta los que no tenían absolutamente nada que ver y solo deseaban sus 15 minutos de fama. Así es como la gran cantidad de opiniones empiezan a jugar en contra de la inocencia del que parecería el culpable. Tantas voces sólo entorpecen el proceso, como ya hemos visto en tantos casos. El hecho de ver y escuchar tantas versiones me hacen definir esta película como una especie de Rashomon. La estructura del documental está diseñado para que a los espectadores se nos de a conocer la información a través de capas, que van develándonos la verdad, pues hay un momento, incluso casi al final, que no nos queda claro quién es el culpable. De no ser por las ultimas imágenes donde se escucha el testimonio del verdadero asesino, podría decirse que nunca lo sabríamos. Inclusive en esa escena es difícil afirmar que el asesino se responsabiliza de toda culpa y deslinda a Adams de su culpabilidad. Por último, cabe destacar la banda sonora, compuesta por Philip Glass, que dota al documental de cierta tensión y sumerge al espectador en un trance debido a lo hipnótico de sus melodías, nos transmite una sensación de estar perdidos entre tantas voces, combinando perfecto con la temática de desconfianza que nos proyectan sus personajes.