domingo, 11 de abril de 2010

Calcutta




Calcutta

Louis Malle, FRA (1969)

Recuerdo que en la novela “¿Are you experienced?” de William Sutcliffe, la cual es acerca de un joven burgués de Inglaterra que viaja a la India de mochila, hacen una distinción entre los viajeros de los países ricos y de los países pobres. Así, se da a entender que éstos últimos viajan como turistas a un país económicamente mejor al suyo cuando logran hacer dinero, como un logro por el trabajo y esfuerzo realizados, para ver mundo, conocer lugares mundialmente famosos por su historia. Ahí encontrarán lujos o satisfacciones que a veces sus países no pueden ofrecerles. Los primeros en cambio, viajan a lugares exóticos, sobretodo en la juventud, como una manera de probarse a si mismos y vivir la experiencia de la aventura en parajes hasta peligrosos, dejando atrás las comodidades que sobran en sus países natales.

Esta mirada, que no podría decir si es buena o mala, es la que a mi me da la impresión retrata Louis Malle en su documental Calcutta. En él, Malle parece un turista acomodado que filma diferentes escenas de la vida cotidiana en Calcuta, pero visto desde lejos, desde fuera, documento que no funciona para hacer un análisis etnográfico, al contrario de lo que hiciese Jean Rouch. Calcutta no cumple con el contrato establecido desde el título, pues éste le queda grande al no reflejar todo lo que sucede en esa ciudad y queda como un término goloso. No deja de ser interesante el observar la vida del lugar, como por ejemplo las escenas donde los habitantes se bañan, sin embargo siento que las tomas son muy abiertas, cuestión que refuerza la hipótesis de que esta vez Malle no profundiza en su propia discurso, el cual en realidad no queda muy claro, pues sólo nos enseña la pobreza, los leprosos, la poca higiene, etc., elementos que vemos todos los dias en las superpobladas ciudades del tercer mundo. Hay tomas donde incluso no se ve bien lo que sucede pues hay siluetas u objetos en primer plano, que dan la idea de que la cámara de alguna manera opera en la clandestinidad. Sí hay planos cerrados pero escasean y son un tanto borrosos, lo que hace pensar están hechos con telefoto.

Cabe destacar que el director no recurre a alguna narración durante la cinta, lo que yo sentí como una voz omnipresente diciendonos a cada momento: “Éstas imágenes son tan cruentas que solas lo dicen todo”. Observando estas tomas, no se puede negar que Malle esta ocultando verdades, sí las muestra, pero a medias, a manera de postal de la UNICEF, no como un documental perteneciente a un gran cineasta como Louis Malle.





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